sábado, 26 de febrero de 2011

Quién soy

Pasan las horas tan rápido... los días... que la mayoría de veces actuamos sin pensar. Sin reflexionar. Actuamos a través de conductas impuestas, a través de conductas nuestras, que llevamos repitiendo años, sin analizarlas, sin renovarlas...

Y en el momento en el que me encuentro... cuando tengo por delante diferentes caminos que podría recorrer... ahora quizás es momento de parar a reflexionar. Pero formulaba mal la pregunta. La pregunta no es ¿qué hacer ahora? sino... ¿quién soy yo? o en todo caso ¿quién quiero ser yo? ¿en qué me quiero convertir?

Soy... o quiero ser...

Una persona auténtica... que no piense una cosa y actúe haciendo otra distinta. Que siempre mis emociones y mis pensamientos vayan encaminados hacia un mismo sentido. Que si a mí lo que me llena es recibir el amor de los demás, sea consecuente y dé amor a los que me rodean. Que si tengo miedos, los haga frente. Que no me quede estancada por no atreverme a tomar decisiones por el simple hecho de no saber qué pasará más adelante. Que si alguna vez tengo que decidir en dar amor o en pensar en mí misma, siempre elija dar amor. Aunque eso suponga que por un tiempo me sienta indefensa, me sienta dolida. Porque tengo fe en las personas... y aunque en el momento presente no sean capaces de devolver ese amor, sé que alguna vez en sus vidas, aunque tenga que pasar mucho tiempo para ello, recordarán este momento y sentirán que fueron queridos... y entonces, ellos también darán amor.

Quiero ser una persona valiente. Una persona que aunque sepa de antemano que sus decisiones dolerán, las lleve adelante por el simple hecho de que sus emociones y su razón quieren seguir ese camino.

Quiero ser transparente... que lo que se vea de mí sea lo único que haya. Sin juegos, sin trampas, sin recovecos que se puedan aprovechar para guardar secretos. Con miedos, con inseguridades, pero todos a la vista, todos al aire... para que no puedan empozoñar nada dentro de mí.

Porque si todo esto fuera posible, si de verdad soy esta persona, la pregunta de ¿qué hago? que me crea tantas ansiedades, pierde su sentido.

Anabel... haz lo que sientas. Sin pensar en lo que pueda pasar después, sin pensar en nada más. Haz lo que sientas, porque eso es lo que eres. No puedes engañarte a ti misma intentando ser otra persona diferente.

Quizás en 2 segundos... en 5 minutos, en 1 día, en un mes... dejes de estar entre la gente que te rodea ahora mismo... y qué lástima que nadie pueda quererte entonces por la persona que eres.

domingo, 23 de enero de 2011

Caminos


Hay veces en las que los caminos se bifurcan. Veces en las que no sabes si es mejor sentarse a esperar o tomar alguno de los senderos. Pero si decides esperar, esos caminos cambiarán. Cambiará el paisaje; el cielo, la tierra, los frutos. Cambiarán las oportunidades de cada uno. No encontrarás a las mismas personas recorriéndolos. Y pese a que tú puedas sentir seguridad por estar en el mismo lugar, un lugar ya conocido, el estar allí no te aportará nada. No habrá avance. Y acabarás convertido en tierra yerma.

Así que decides avanzar. Pero qué camino tomar...

Uno de los caminos parece más seguro. Es el que lógicamente tomarías. Un camino por el que avanzar, cómodamente. Sin baches. Sin subidas ni bajadas. Sabes de antemano con qué personas podrás encontrarte. Ellas estarán allí para acompañarte durante algunos momentos. Conocerás las piedras y verás cientos de pisadas de personas que también lo han transitado. Te sientes seguro, sin grandes riesgos, continuarás caminando hasta el final.

El otro camino no lo elegiría la logica. Sin embargo, una parte muy primitiva de ti, muy esencial, quiere recorrerlo. Muy poca gente lo ha pisado. No sabes qué irás encontrando. No sabes si coincidirás con algo conocido o si solo sentirás miedo. Y aquí sí que hay baches... y subidas y bajadas. Y sabes que caerse aquí, puede implicar no volver a levantarse. Pero también sabes, que únicamente recorriendo ese camino, existe una pequeña posibilidad de llegar a la meta que deseas. De que, llegando a ese punto, ya no haga falta seguir caminando. Ya no haga falta encontrarse en más encrucijadas. Ya no haga falta caer. Que el final no sea caminar más buscando algo. Porque todo lo que podrías buscar, ya lo posees.

Así pues, ¿qué camino tomar?